Recientemente se celebró el Día Mundial del Libro. Una jornada cuya intención principal es resaltar el trabajo de los autores del mundo; así como el fomento del hábito de la lectura en más los jóvenes. ¡Esa es una razón importante!
Algunos estudios han comprobado que sólo el 5% de los estudiantes leen por interés personal, mientras que un 95% lo hace por la obligación de tener que estudiar un tema. O lo que es lo mismo, porque su formación los obliga.
Estas son cifras dramáticas y por eso, desde el Instituto Superior Tecnológico Telesup, queremos ofrecerte algunas claves para afianzar el hábito de la lectura en los jóvenes. ¡No te preocupes … siempre se puede comenzar!
Busca temas afines a tus intereses personales
Todo lo que puedas leer es bueno, leer no le hace daño al cerebro, al contrario. Así que si disfrutas del “Anime” o del “Fútbol” hay muchas lecturas afines a esos, y a todos los temas del mundo. Iniciarse en el tema de la lectura no tiene que ser una tortura, no debes arrancar por filosofía. A menos que ese sea verdaderamente un tema de tu interés.
No comiences con la Enciclopedia Británica
Cuando la lectura no es un hábito, un libro denso, complejo, con temas especializados o demasiado largos, pueden jugarnos en contra. Eso generalmente deriva en desmotivación y finalmente terminarás por abandonar la lectura. Debes iniciarte con libros cortos, cuyo lenguaje sea simple, para poder ir tomándole el gusto a la lectura.
Cambia hábitos menos productivos por momentos para leer
En ningún caso queremos decir que la televisión o el Internet son malas. Al contrario, soy inventos maravillosos que han cambiado el rumbo de la humanidad. Sin embargo, los jóvenes pueden pasar demasiadas horas alrededor de ellos. Los dispositivos electrónicos como el celular o la Tablet se comen toda la atención. Dedicar unas cuantas de estas horas a leer un libro es una buena estrategia para fomentar el hábito. Y… tranquilo… la Internet no se va a ir corriendo.
Aprovecha un poco la noche
Luego de una jornada de trabajo o estudio de todo el día, llegamos a casa extenuados. Pero… qué puede ser mejor que ducharse y sentarse con un buen libro entre las manos. Los grandes lectores aseguran que nada como la noche para una buena lectura. No tienes que leer hasta el amanecer. Basta con unos minutos, y si el tema te atrapa, luego te costará despegarte.
Los libros son los mejores compañeros de viaje
Si el viaje al trabajo o a la universidad es un trecho largo, no hay mejor amigo, mejor compañero, mejor acompañante que un buen libro. Mientras lees el tiempo se pasa volando. Así que mete como artículo obligado en la mochila… un libro.
El problema de la falta del hábito de la lectura radica en que muchos jóvenes no se han formado como lectores, sino que caen en esta actividad porque sus estudios los obligan. Entonces lo ven como una obligación y dejan de disfrutarlo. Las escuelas en sus primeros años de formación deben promover la lectura libre, tiempo destinado a que los niños lean exactamente lo que quieran.
El hábito de la lectura se adquiere desde que somos pequeños; por eso también la familia adquiere un valor importante. Es responsabilidad de los padres elegir libros accesibles, con lenguaje que motive a avanzar y que responda a los intereses de cada edad.
Leer nos abre la mente a mundos insospechados. Mientras leemos no estamos solos. Mientras leemos podemos viajar, sentir e incluso soñar. Es un hábito maravilloso que además nos ayuda a enriquecer nuestro léxico y vocabulario. Si no lo has hecho, anímate. Fomenta el hábito con estos sencillos tips.