Trabajar y estudiar… sin morir en el intento. Sólo los que lo han hecho saben lo duro que puede llegar a ser. Hacer una carrera universitaria, o técnica, y poder dedicarle todo el tiempo a ella es un regalo de la vida.
Pero las personas que no han tenido esa suerte no tienen que desanimarse. ¡Se puede hacer… por supuesto, la tarea exige un esfuerzo mayor!
Muchas personas inclusive deben lidiar con los hijos y los deberes del hogar. Esos son elementos adicionales que hacen que la carga sea aún más pesada. Pero lo único que no puedes dejar entrar en este proceso es al desánimo. Piensa que muchas personas han trabajado para costearse sus estudios y lo han logrado. No hay que temer.
Para ayudarte hoy hemos elaborado una lista de recomendaciones que te harán llevar este proceso de una forma ordenada. Continúa la lectura y ve haciendo tus anotaciones.
Voluntad de Acero
Muchas veces vas a querer desmayar en el camino, te sentirás agotado y abrumado. Pero en esos momentos, debes pensar que la recompensa que obtendrás al final tendrá un doble valor. No sólo el haber cumplido la meta académica, también el haber mantenido la fuerza para sobrellevar dos ritmos de vida tan exigentes.
La Organización y Planificación son claves
Estos son los dos puntos que precisamente te ayudarán a “no morir en el intento”. Organizar y planificar la rutina es fundamental. No solamente con los horarios, sino que es importante establecer un cronograma semanal de las actividades a realizar, tanto en el trabajo como en la universidad.
Ayúdate con lo visual. Usa colores que te ayuden a resaltar las cosas según el orden de prioridad o urgencia. Anotar todo te permitirá avanzar sin dejar arandelas sueltas en el camino.
Para lo más importante, programa alarmas en el teléfono móvil. También hay aplicaciones en la nube que puedes abrir desde donde te encuentres para hacer anotaciones o recordar detalles que estén pendientes.
Hazte enemigo de la Procrastinación
Procrastinar es uno de los males del siglo. Está asociado a la falta de ánimo y a las distracciones del entorno. “Dejar para mañana … o para pasado mañana… lo que tenía que haber hecho ayer”. ¡Cuidado! Esta es una de las razones por las cuales podemos llegar a colapsar.
Sal del trabajo acumulado lo antes posible y trata de que no se vuelva a acumular. Mantener la agenda al día, y los pendientes en línea decreciente, harán que tu mente esté fresca y enfocada. Cuando sentimos agobio por los pendientes no podemos pensar con claridad.
Controla el estrés
El estrés nos juega malas pasadas. Debes estar consiente de lo que te puedes exigir. No va a pasar nada si te tardas algunos meses más en graduarte. Piensa que ya el esfuerzo de estudiar y trabajar te saca de la media estándar. Tomarte las cosas con calma y no dejar que los niveles de estrés y de ansiedad aumenten hará que tu mente se mantenga enfocada.
Dar más en los momentos clave
Debes informar en el trabajo que has iniciado una nueva carrera en la ruta de tu preparación académica. Y debes también saber cuando esforzarte un poquito más. Una hora de trabajo adicional en un momento clave, servirá para aliviar la carga cuando la universidad o el instituto pidan más.
Otra estrategia importante es salir del trabajo acumulado cuando la carga académica esté suave y viceversa. En el fin de semana, cuando generalmente no estás trabajando, puedes aprovechar para hacer los deberes académicos.
Trabaja con Entusiasmo y Pasión
El entusiasmo y la pasión son como dos pequeños motores que debes instalarte cuando inicies este proceso. Fijar tu mente en el futuro… visualizar la meta alcanzada… y mantenerte optimista, te ayudará enormemente.
La pasión es muy poderosa y si has elegido una carrera que te llena de esta, entonces el esfuerzo será menor. Cuando hacemos lo que amamos, lo haríamos incluso si no nos pagaran. Por eso es tan importante que enfoques bien desde el principio cuales son tus objetivos.
¡Trabaja duro y no dejes que la presión te desanime! Cuando hayas logrado la meta te sentirás el doble de recompensado.